Corfo lleva a Rafael Guilisasti a Contraloría y expertos ven escasa posibilidad de sanción

Dos semanas después del golpe que recibió la Corfo con la renuncia de Rafael Guilisasti a su Consejo, para irse como presidente de las sociedades cascadas de SQM, la Corporación contraatacó con una consulta ante la misma Contraloría General de la República (CGR).

En un documento de cuatro páginas difundido por la Corporación, la Corfo solicita a la Controlaría un "urgente pronunciamiento" respecto a los deberes de probidad y de reserva de Guilisasti, quien tras su renuncia asumió la presidencia de Norte Grande, Pampa Calichera y Oro Blanco, mediante las cuales Julio Ponce Lerou controla SQM, empresa con la que está enfrentada en un arbitraje por el Salar de Atacama.

La Corfo pide al órgano contralor que determine o corrobore cuatro cosas: primero, si es que Guilisasti "ejerció una función pública"; segundo, si es que como autoridad le son aplicables las normas sobre probidad administrativa; tercero, "si las conductas de Guilisasti son constitutivas de un conflicto de interés y si ellas pugnan con los deberes de probidad que le son exigibles; y, finalmente, si es que su renuncia al consejo "e inmediata llegada" a las cascadas constituye una infracción a sus deberes de consejeros.

Esta es la medida más concreta que toma la Corfo contra Guilisasti, pues tras su salida comenzó a analizar los caminos a seguir; sin embargo, estaba entrampada puesto que el consejero no era un funcionario público.

Eduardo Bitrán,
vicepresidente ejecutivo de la Corfo,
firmó la consulta a la Controlaría.

El documento

En la consulta de la Corfo, ésta le explica a la Contraloría que Guilisasti "estaba dotado de diversas atribuciones y funciones, incluyendo facultades de orden resolutivo, razón por la cual no cabe sino concluir que en dicha calidad ejerció una función pública y tuvo el carácter de autoridad de un órgano integrante de la Administración del Estado".

Además, indicó que el empresario durante su tiempo en el cargo tuvo acceso a "información reservada y confidencial", entre otras cosas respecto del arbitraje contra SQM y SQM Salar. "Esta situación y su renuncia para asumir en las denominadas 'cascadas', a nuestro entender lo ha puesto en un evidente conflicto de interés. Se trata de intereses absolutamente irreconciliables ¿Cómo responder a los deberes de lealtad que asumió para con las cascadas sino renunciando a los deberes previamente comprometidos con Corfo?", agrega la Corporación.

Sin grandes efectos

Conocida la consulta de la Corfo, expertos discrepan del alcance real que tendría la medida. Cercanos a la Corporación comentan que, aunque hay distintas visiones sobre la responsabilidad de Guilisasti, si es que la Contraloría les da la razón, éste podría quedar inhabilitado para ejercer en otros consejos públicos, lo que lo obligaría a renunciar a la Comisión para la Productividad.

El profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Chile, Luis Cordero, explica que en dictámenes anteriores la Contraloría ha reconocido que quienes forman parte de un consejo directivo, como es el de la Corfo, y no meramente consultivo, obliga a sus integrantes a someterse a las normas de probidad pública. Por esto, habría argumentos para que la Contraloría diera el favor a la Corporación.

Otros expertos creen que pese a que se pueda establecer eso, al haber salido Guilisasti del consejo, no existe en la ley alguna sanción que pudiera aplicarse. Misma opinión que comparten personeros vinculados a la Contraloría: sólo se podría sancionar a funcionarios de organismos fiscalizadores, lo que no aplicaría a la Corfo.

Pese a esto, agregan abogados de la plaza, con un dictamen a favor la Corfo se podría interponer un recurso civil contra Guilisasti.

Otros expertos, más mesurados, explican que el órgano estatal podría sentirse tranquilo con un dictamen a favor de la Controlaría, pues este sólo hecho podría servir para que Guilisasti se inhibiese de participar en decisiones que involucren información que él haya traído desde la Corporación.

Historia del desencuentro
La renuncia El 3 de septiembre Rafael Guilisasti renunció a su cargo en el Consejo de la Corfo al que fue invitado por el presidente de la República en noviembre de 2011. En una carta argumentó su decisión por "la incompatibilidad absoluta que dicha representación tendría con futuras responsabilidades que asumiré en el ámbito empresarial privado".

Las cascadas El 14 de septiembre tres de las sociedades cascadas: Pampa Calichera, Norte Grande y Oro Blanco anunciaron la llegada del empresario como director y presidente de la mesa.

El análisis de Corfo Sólo unos días antes de conocerse la renuncia de Guilisasti, la Corfo se enteró de su decisión. Desde entonces analizaron acciones a tomar, pero por no ser éste funcionario público estaban atados de manos. Ahora recurren a la Contraloría.